Pillow Fight Championships (PFC) es el nombre del torneo de combate gringo que tiene una particularidad muy especial, ya que se trata de un duelo de almohadazos pero al estilo de la lucha libre o la MMA, Mixes Martial Arts. Los eventos se venden a full y también hay un streaming este sábado donde habrá más de 12 duros combates de lucha de almohadas, en Delray Beach Boxing and Fitness Club.
PFC tiene toda la acción de una pelea de artes marciales mixtas completas con los luchadores de MMA de renombre actuales, pero sin la sangre y los huesos rotos. En lugar de puños y pies, el arma preferida es la almohada de combate con patente pendiente desarrollada por el equipo de PFC.
El CEO de la competencia dijo que “la idea era desarrollar un deporte de lucha real que atrajera a la audiencia familiar internacional combinando el arma antigua (conocida como almohada) con competidores y boxeadores de MMA experimentados y reglas estrictas”.
Entre los combates hay show de las PFC Ring Girls para cuando los chicos pelean y los PFC Ring Boys para cuando las chicas se enfrentan. También hay espectáculos de comediantes y el rapero Vortex, para mantener siempre en alto el valor del entretenimiento.
PFC se ha convertido rápidamente en un escaparate deportivo muy popular con toda la fuerza, resistencia y habilidades estratégicas de otros combates más brutales, pero con una gran cantidad de diversión para atraer y mantener la máxima atención de toda la familia.
De hecho, muchos de los luchadores de PFC son luchadores profesionales de MMA. “Se trata del boom, la explosión y la estrategia de dar un golpe sólido, pero el arma es un prototipo de almohada especialmente diseñado con patente pendiente que emite un fuerte golpe, con nailon antidesgarro y correas de mano. De esta manera se puede sentir toda la emoción de un combate cuerpo a cuerpo, pero sin sangre” dijo Paul Williams, cofundador de PFC.
Cuatro de los 12 partidos del sábado por la noche cuentan con mujeres. Una pelea de almohadas entre equipos, la primera en la historia, concluirá las actividades de la noche. Cada asalto dura 90 segundos, pero incluso los luchadores admiten que es una prueba de resistencia. “Cuando llegas ahí arriba, 90 segundos de acción dura y dices, ‘Vaya, mejor me calmo’ ‘, dijo el boxeador Shawn Riggins después de sudar en su pelea de práctica de agosto. El deportista agregó que “es un deporte de combate, ya sea es una almohada o tus propias manos y no te engañes, duele que te reviente”.
Transmisión en vivo: gratis en la página de Facebook de PFC.